Se la compré a un amigo y fui a buscarla a su pueblo en la provincia de Zamora, la moto estaba descuidada pero muy entera, llevaba mucho tiempo sin usarla. Fue un modelo que siempre me gustó y le tenía ganas, la idea era restaurarla bien y que la utilizase mi hijo hasta sacarse el carnet de moto grande.
Tan mal cuerpo se me quedó con esta experiencia que han tenido que pasar más de cuatro años para que me decidiera a relatar mis desventuras con la minicross.
Como siempre, hice fotos previas al desmontaje, luego facilitan el montaje y me recuerdan el estado en el que se encontraban antes de restaurar
Comienzo a desmontar, tan emocionado estaba que casi no hice fotos, en un rato lo tenía desguazado
Una vez todo desmontado, comienza la tarea de desengrasar y limpiar
Con una buena dosis de paciencia y mucho KH7 el motor tiene mucha mejor presencia, decir que a la parte mecánica no tuve que hacerle nada ya que la moto contaba con muy pocos kms en su haber y se encontraba en perfectas condiciones
Las tapas del motor también necesitaron ser remozadas con un buen pulido a espejo, para este trabajo utilizo el kit ya conocido de anteriores restauraciones. Al cilindro se le aplica pintura negra satinada anticalórica
Motor terminado
En este caso no llevo a chorrear el chasis ya que se encontraba en bastante buen estado, una buena limpieza y desengrasado, para posteriormente lijar bien la pintura para facilitar el anclaje y quitar óxidos e imperfecciones . Como base aplico un aparejo en spray
Y como terminación pintura negra monocapa para pistola
Los amortiguadores una vez limpios y pulidos quedan preparados para su montaje
La tornillería clasificada para lustrarla antes de ser instalada
El chasis preparado y montada ya la tija para continuar con los siguientes elementos
En paralelo a la restauración fui informándome de los tramites que tendría que hacer para ponerla al día de papeles, y aquí es donde vino mi calvario. Al parecer, hace unos años hubo un periodo para adaptar los ciclomotores con matricula de ayuntamiento (cartoncito azul) a matrícula oficial de trafico. Una vez finalizado este periodo los ciclomotores que no se hubiesen acogido a a esta modalidad ya no podrían legalizarse con un trámite normal.
De esto no sabíamos nada ni el vendedor ni yo al comprar la moto, de inmediato me informé en la ITV de mi ciudad, y la única solución que ellos me daban para legalizarla pasaba por matricularla como vehículo histórico, este es un trámite muy caro y engorroso que no compensa a no ser que el vehículo tenga un alto valor en el mercado, o que tenga valor sentimental, en el caso de la Puch no se daban ninguna de estas dos circunstancias.
También me informé en foros y en ferias de vehículos clásicos y no pocas personas me decían que en tal o cual ITV de Valencia o Barcelona me hacían los tramites sin problemas, pero cuando llamaba por teléfono la respuesta siempre era calcada a la que obtuve en la ITV de mi ciudad.
Ante estos hechos, y con un nivel de cabreo e impotencia bastante alto por no ver una solución a corto plazo, decido muy a mi pesar parar la restauración y poner la moto en venta según estaba, seguro que a alguien le vendría bien para repuestos.
La anuncié en el foro de la marca sin tener en cuenta lo que pagué por ella, ni el tiempo y dinero que invertí en lo que llevaba restaurado, me daba igual, no la quería ver más por casa.
Al poco tiempo me llamaba una persona interesada, con la firme intención de continuar con la restauración y que al final engrosase su nutrida colección de ciclomotores.
Unas fotos que me envió su nuevo dueño una vez terminada